Lomi Lomi es un masaje tradicional hawaiano que se transmite de generación en generación. Va mucho más allá del contacto físico: es una práctica de sanación holística arraigada en el espíritu del Aloha, que representa el amor, la compasión y la conexión profunda.
En Lomi Lomi se observa a la persona de manera integral, con el objetivo de llegar a la raíz del problema, incluso si eso implica explorar niveles invisibles o no evidentes. El cuerpo se realinea mediante un trabajo suave pero profundo en los músculos, utilizando movimientos continuos y fluidos que imitan las olas del océano, permitiendo que la persona se relaje y se entregue al toque nutritivo.
A través de la combinación de intención pura, oración, respiración y trabajo corporal, se liberan bloqueos energéticos, se restaura el equilibrio y se lleva al cuerpo, la mente y el alma de vuelta a su alineación natural, a través de las antiguas Artes de Sanación Hawaianas, el apoyo de los ancestros y el Espíritu del Aloha. Es una experiencia poderosa de sanación y renovación.
Lomi Lomi tiene su origen en las antiguas tradiciones de sanación hawaiana, transmitidas a través de generaciones por los Kahuna (sanadores o chamanes hawaianos). Tradicionalmente, se practicaba tanto en los hogares como en templos sagrados (heiau) como parte de rituales de iniciación, sanación física y limpieza espiritual.
Más que un masaje, el Lomi Lomi era (y sigue siendo) una práctica profundamente ceremonial e intuitiva, a menudo acompañada de cantos (oli), oración (pule) y respiración consciente (ha), con el propósito de restaurar la armonía dentro de la persona y su conexión con la tierra, los ancestros y el espíritu.
Cada familia o linaje tenía su propio estilo, y los practicantes no solo se formaban en la técnica, sino también en el arte de vivir con Aloha: una forma de estar en el mundo basada en el respeto, el amor y el fluir con la vida.
Testimonios de clientes
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Por cosas del destino, conocí a Christine hace unos años. Nunca antes había recibido un masaje Lomi Lomi, así que no sabía qué esperar. Lo único que puedo decir es que nunca había tenido un masaje mejor, y desde entonces, tampoco he tenido uno que se le compare. Fue verdaderamente sanador en todos los sentidos. No sé cómo lo hace, pero siempre salía caminando visiblemente más erguida después de sus masajes. Es un alma pura y una sanadora nata. Sus masajes son tan buenos que ¡estuve a punto de volar desde Dublín a España solo para recibir uno!
Mairead
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Donna
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Daren
'UA MAU KE’EA O KA ‘AINA I KA PONO'
La vida, el aliento y el espíritu de la tierra perduran en una relación armoniosa con las personas y todos los seres vivos.