
Mi camino
Sobre mí

Viviendo en armonía con el cuerpo, el alma y la tierra
Desde que tengo memoria he estado en busca de algo. Algo que me devolviera a casa, a mí misma, y que me hiciera sentir completa otra vez. Ser libre. Libre del dolor que estaba experimentando, tanto física como emocionalmente.
Tenía 10 años cuando atravesé una experiencia traumática que marcaría gran parte de mi vida. En ese momento decidí que no era digna de amor. Me convertí en una perfeccionista, complaciente con los demás, siempre intentando rendir más... mientras me iba abandonando por completo. Esa desconexión me llevó a más trauma, incluyendo una relación abusiva.
Siempre he luchado con migrañas, problemas digestivos crónicos, dolores de espalda y depresión. Ningún médico lograba entender el origen de todos mis síntomas, y más de una vez me llamaron “loca”.
No fue hasta que respondí al llamado de aprender prácticas ancestrales como Lomi Lomi y Ho’oponopono, que miran a la persona de forma integral —mente, cuerpo, alma y traumas ancestrales— que todo comenzó a tener sentido. Comprendí que mis demonios internos estaban causando mis síntomas físicos.
No estaba viviendo en armonía (pono) conmigo misma ni con el mundo que me rodeaba.
Necesitaba liberar mi trauma, soltar creencias limitantes y aprender a vivir una vida en pono para que los síntomas físicos comenzaran a aliviarse y la alegría y felicidad regresaran a mi vida. Para, por fin, volver a casa en mí.
Volver a esa versión de mí misma que siempre supe que existía, pero que había perdido.
Nuestro propósito en esta tierra es desaprender y sanar las creencias limitantes, los patrones de comportamiento y los traumas que llevamos con nosotros
Mi experiencia
Mi trabajo de transformación es una mezcla de todas mis habilidades, dones y conocimientos adquiridos a lo largo de los últimos 15 años a través de diversas tradiciones ancestrales que he estudiado, incluyendo Lomi Lomi y Ho'oponopono en Hawái, Irlanda y Alemania, Sabiduría Celta, Movimiento Somático y Terapias, Yoga, Meditación y Pranayama.
Cada sesión es única y trabajo de forma intuitiva con el cuerpo, permitiéndole que me muestre lo que necesita ser liberado. Invoco al espíritu y a los ancestros para que trabajen a través de mí, utilizando todas las herramientas necesarias para mover la energía y permitir que la sanación ocurra.